Introducción
Yoko Ono, conocida principalmente por su influencia en el mundo de la música y el arte, también ha tenido un impacto significativo en el cine experimental. Sus películas son conocidas por su naturaleza avant-garde y su capacidad para retar las percepciones de los espectadores. Este artículo se adentra en el cine de Yoko Ono, explorando sus obras desde una perspectiva crítica y artística. Nos sumergiremos en la estética y mensajes que se encierran detrás de cada cinta, listando las que consideramos sus mejores películas en orden descendente.
5. Freedom (1970)
En el número cinco de la lista se encuentra «Freedom», un cortometraje que muestra una poderosa declaración sobre la liberación femenina. La película consiste en una simple toma donde la artista aparece luchando por quitarse un sujetador, sin más contexto ni explicación. Este fuerte simbolismo sobre la opresión de la mujer y su ansia de libertad trasciende épocas, convirtiéndose en un poderoso mensaje que aún resuena en la actualidad.
4. Fly (1970)
«Fly» es una obra meramente sublime. Durante la película, el espectador es llevado en un viaje visual alrededor del cuerpo de una mujer, acompañado por la música de John Lennon y la inquietante presencia de moscas. En una mezcla de incómoda intimidad y fascinación voyeurística, Ono utiliza la cámara para explorar temas de vulnerabilidad y la invasión del espacio personal. Este trabajo no sólo desafía nuestras concepciones respecto a lo bello y lo grotesco, sino que también nos obliga a reflexionar sobre la espectacularización del cuerpo femenino.
3. Rape (1969)
El impactante «Rape», realizado en colaboración con John Lennon, es un comentario punzante sobre los medios y la obsesión con la violación de la privacidad. La película sigue a una joven mujer mientras es perseguida por un camarógrafo, creando un paralelismo con los paparazzi y su perturbadora persistencia. A través de este acoso constante captado en cinta, Ono denuncia la cultura de la invasión mediática y su efecto deshumanizante.
2. Bottoms (1966)
En la posición número dos hallamos «Bottoms» («Film No. 4»), una pieza avant-garde compuesta por un loop continuo de los traseros de diferentes personas mientras caminan en una cinta andadora. A través de esta obra, Ono desafía los usos convencionales del cine y ofrece una mirada cómica, pero a la vez crítica, sobre la objetificación y la sexualización de las partes del cuerpo. La repetición y la sencillez del concepto resultan en un efecto hipnótico y sorprendentemente meditativo.
1. No. 5 (a.k.a. Smile) (1968)
La mejor película de Yoko Ono es indiscutiblemente No. 5 (a.k.a. Smile). En esta película, Ono invita a los espectadores a experimentar la singularidad de un momento, presentando un primer plano de John Lennon sonriendo durante un periodo prolongado. Con un enfoque que enaltece lo minimalista y lo meditativo, Ono capta la transición de una sonrisa forzada a una genuina, creando un poderoso estudio sobre la autenticidad y la expresión humana. Esta pieza es considerada su mejor trabajo debido a cómo encapsula la esencia de su arte: capturar lo efímero y transformarlo en una experiencia inolvidable y de múltiples interpretaciones.