Muy conocida por su habilidad para transformarse en cualquier personaje y arrancar carcajadas a la audiencia, Kristen Wiig es una de las actrices más versátiles y encantadoras de Hollywood. Desde sus inicios en «Saturday Night Live» hasta papeles estelares en el cine, Wiig ha demostrado que es mucho más que una comediante. A continuación, te presentamos un conteo de sus mejores películas, donde cada interpretación se torna inolvidable por su genuina mezcla de comedia y drama.
3. La Vida Secreta de Walter Mitty (2013)
En esta aventura visualmente impresionante, Kristen Wiig muestra su capacidad para dar vida a personajes embebidos en la cotidianidad y el romance. La película, que sigue a Walter Mitty (interpretado por Ben Stiller) y su odisea para encontrar una fotografía perdida, es una oda a los soñadores y aventureros. Wiig interpreta a Cheryl, la musa involuntaria de Walter y fuente de inspiración para que él finalmente decida salir de su zona de confort. Su actuación aporta una nota de ternura y sutil comicidad que complementa perfectamente la transformación del protagonista.
2. Damas en Guerra (2011)
Quizás una de las comedias más destacadas de los últimos tiempos, «Damas en Guerra» posiciona a Kristen Wiig no solo como actriz sino también como co-guionista. Esta obra maestra de la hilaridad sigue a Annie, cuya vida está lejos de ser perfecta cuando le toca ser la dama de honor de su mejor amiga, Lillian (Maya Rudolph). A través de una actuación llena de momentos cómicos y drama humano, Wiig consigue que el espectador empatice con su personaje y se deleite con las ocurrencias del grupo de damas que protagonizan una serie de desventuras prenupciales.
1. La Despedida (2019)
En el número uno, encontramos «La Despedida», donde Kristen Wiig se enfrenta a la complejidad de un personaje que requiere tanto humor como humanidad. Su interpretación de Annie, una mujer que decide gestar a una niña para una pareja en un último intento por solucionar sus problemas financieros y sentimentales, no solo es conmovedora sino tremendamente poderosa. La película, agridulce y cargada de momentos genuinos, muestra la habilidad de Wiig para navegar una trama que mezcla la comedia con el drama emocional, haciendo de su actuación una que resuena con el espectador mucho tiempo después del final. La sinceridad y la vulnerabilidad que trae a la pantalla hacen que esta sea, sin duda, la mejor película de Kristen Wiig hasta la fecha.
