Björk, la multifacética y enigmática artista islandesa, no solo ha conquistado el mundo de la música con sus propuestas únicas e innovadoras, sino que también ha demostrado un talento impresionante en el cine. A lo largo de su carrera, Björk ha participado en varias producciones cinematográficas, dejando una huella indeleble con cada aparición. A continuación, exploramos las mejores películas de Björk, ordenadas desde la menos destacada hasta llegar a la que es sin duda su obra maestra.
3. Drawing Restraint 9 (2005)
Björk colabora con el arquitecto y artista Matthew Barney en esta intrincada y visualmente hipnótica obra cinematográfica. Ambientada en un barco ballenero japonés, la película explora temas de transformación y rituales, mientras desafía las convenciones narrativas tradicionales. La meticulosa dirección de arte y la música experimental de Björk contribuyen a crear una experiencia audiovisual única, aunque su trama abstracta puede resultar desafiante para algunos espectadores.
2. The Juniper Tree (1990)
Basada en un oscuro cuento de los Hermanos Grimm, en su primer papel protagónico, Björk interpreta a Margit, una joven que, junto a su hermana, busca refugio tras la ejecución de su madre, acusada de brujería. La atmósfera sobria y etérea de la película, filmada en deslumbrante blanco y negro, destaca la capacidad de Björk para transmitir vulnerabilidad y fuerza en igual medida. Su interpretación aporta una resonancia emocional profunda a esta historia de supervivencia y magia en un paisaje desolador.
1. Dancer in the Dark (2000)
La interpretación de Björk en este desgarrador musical dirigido por Lars von Trier es, sin duda, su obra maestra cinematográfica. Björk da vida a Selma, una inmigrante checa en Estados Unidos que lucha por ahorrar dinero para una operación que evitará la ceguera de su hijo. La película destaca no solo por su poderosa historia y dirección innovadora, sino también por la profundidad emocional y el carisma que Björk aporta a su personaje. Su interpretación le valió el premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes, consolidándola como una presencia notablemente talentosa en el cine. La fuerza con la que Björk se sumerge en su personaje convierte a «Dancer in the Dark» en una experiencia cinematográfica profundamente conmovedora y auténtica.
